lunes, 24 de mayo de 2010

“Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.”. Isaías cap. 57 verso 13.

Dios en este texto nos hace una Gran Advertencia, un Gran Contraste y una Maravillosa Promesa. Las tres cosas en un solo Regalo de su Gracia.

Dios nos hace una Gran Advertencia: “Cuando clames, que te libren tus ídolos.“ :

Todos los seres humanos tenemos momentos de dificultades, de aflicciones y de problemas diversos; todos sin excepción. Todos tenemos momentos en que no vemos salida por ninguna parte; Entonces, es precisamente en esos momentos, donde toda ayuda humana es vana, y nuestras diligencias llegaron a su final, que caemos desplomados, y Comenzamos a Clamar a Dios; Comenzamos a Implorarle que nos libre de la situación en la que estamos pasando; Comenzamos a Suplicarle que nos muestre la salida. Pero, tristemente, es en ese Momento Crucial, es en ese Momento cuando nos estamos ahogando, que Dios Advierte: Que No Librará a la Persona que Tiene sus propios dioses; que El No la Amparará; que El No Vendrá con su Todo Poder a Librarle.

Ahora bien, ¿Por qué Dios ha Decidido tomar esa Medida tan Drástica? Porque mientras las cosas aparentaban irle bien, dicha persona Nunca se Humilló delante de Dios, Nunca le Sirvió con su vida a El, y Nunca se apartó de sus caminos Ofensivos y Pecaminosos Delante de Dios. Antes, puso otras Personas y Cosas en el Lugar que le Corresponde a Dios. Y las Idolatró. Hizo de ellas sus dioses. Por eso es que Dios dice: “...que te libren tus ídolos. “ ¡Anda Clámale Fuerte a ver si te oyen, o si te ven! O, por boca del profeta Elias, en 1 de Reyes cap. 18 verso 27: “…Griten en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. “

Y Dios le sigue diciendo en el cap. 1 verso 15 del mismo libro de Isaías: “Cuando extiendan sus manos, yo esconderé de ustedes mis ojos; asimismo cuando multipliquen la oración, Yo no oiré; llenas están de sangre sus manos. “ Dios nos Revela la Segunda razón por la que El No librará al que le Clame siguiendo dioses Inventados por la Imaginación humana: “llenas están de sangre sus manos. “ Es decir, sus conductas Pecaminosas y transgresoras a mis Mandatos, provocan que Yo Oculte mis Ojos para no ver, y Tape mis Oídos para No escuchar; es por sus conductas apartadas de lo que Yo he Mandado, que No les Libraré Ni les Responderé.

¡En que situación Tan Difícil se Encuentra un ser humano, cuando, por poner una persona o cosa en lugar de Dios, y por sus otras prácticas, también pecaminosas, Dios le Desampara; y le Deja Solo, en medio de este mundo, a sus propias decisiones! ¿Podrá el Debilucho ser humano evitar la muerte, o un accidente, o ahogarse en la playa, una piscina o un rio, o sacarse una espina atrabancada en su garganta, o quitarse un cáncer muy avanzado de su cuerpo, o no caer a suelo ante un fuerte dolor de estomago, o seguir haciendo su labor cotidiana ante un muy fuerte dolor de cabeza? Claro que no.

Dios también aquí nos hace un Gran Contraste: ““Cuando clames, que te libren tus ídolos… mas el que en mí confía tendrá...“:

Es decir, Mientras al que me Clama, pero su confianza la tiene en sus ídolos humanos, Yo no le Responderé, Ni Atenderé a sus Peticiones. Sin embargo, al que Confía Solo en Mi; al que se ha Arrepentido de sus Pecados y Malos Caminos delante de Mi; al que ha Echado al Zafacón sus ídolos tanto los Tangibles, es decir, lo que se pueden tocar con las manos, como las Imágenes, esculturas, crucifijos, rosarios, entre otros; como también los Intangibles, como son: Mi Dinero, Mi Posición Social, Mi Relaciones Políticas y Militares, Mi Negocio, Mi Profesión, Mi Casa, Mi Vehículo, Mis Estudios; al que ha se ha Refugiado en Mi Gran Salvador y Mediador Jesucristo, a ese Yo Siempre le Libraré; No Importa en que situación esté: Yo le Libraré. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Porque yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” Dice Dios en Isaías cap. 41 versos 10 y 13.

Dios te dice a ti, oh ser humano, que Yá No confías en ti mismo, y que sabiamente has abandonado las técnicas Impías psicológicas del Positivismo; a ti, y Únicamente a ti: Yo te daré fuerza cuando te falten; Yo te devolveré el ánimo, cuando lo pidas; Yo te Sostendré, cuando ya tu no Puedas ni pensar ni moverte, y vayas a darte por vencido; a ti, si, a ti te digo: “No temas, yo te ayudo. “ Y en medio de tus tribulaciones y aflicciones acuérdate de esto que Te Digo en Salmos 34 versos 19 y 20: “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. “

¡Cuantas fuerzas Recibe el alma de que ha confiado en Dios, al oír y al saber, que el Dios, para el cual Nada es Imposible, se ha Comprometido a Ayudarle, a Sostenerle, a Cuidarle y a Librarle de cualquier aflicción! ¡Oh, Gracias, Cuan Grandes son tus Bondades y Misericordias para el que ha confiado en ti, Señor!

¡A ti, oh Señor, a ti, y solo a ti sea la Gloria, las Gracias, el Poder y Honor por todos los siglos! ¡Amen!

Finalmente, Dios también Dá una Maravillosa Promesa para los que, al Igual que yo, confiamos Única y Solamente en El: “mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.”

Mientras que el que confía en si mismo y en sus ídolos, Dios le dice en Salmos cap. 11 verso 6, que ésta será su Herencia: “Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.“ A los que Confiamos Únicamente en El, y nos hemos Humillado ante su Presencia, Dios nos dice, que la tierra será nuestra Herencia; No esta tierra actual, llena de pecados, de maldad, de dolor, de enfermedades y de problemas, No; sino una donde yá no existe nada de esto ; Como Dios lo confirma en 2da. de Pedro cap. 3 versos 7: “Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.” Dice Dios por medio del apóstol Juan en Apocalipsis cap. 21 verso 1; y añade en el verso 4: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”

Entonces, tomando como argumento esta Gran Verdad, Dios, a través del apóstol Pedro, Nos Manda, verso 11 al 13: “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no deben ustedes andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándose para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. “

Por tanto, Te Exhorto en Nombre del Gran Dios de la Biblia, el Todopoderoso: Que te Humilles ahora mismo delante de El, que abandones tus ídolos Tangibles e Intangibles, y le Clames Misericordia y Perdón por Todos tus pecados, Refugiándote para ser Oído y Perdonado en el Único Mediador y Vicario que tenemos Disponible los seres humanos: El Glorioso Señor Jesucristo.

Y a ti, que al igual que yo, ya Confías Únicamente en Dios, ¡Llénate de Gozo y de Alegría; Canta con jubilo y Regocijo; Pues El ha Prometido no solo Librarte de Cualquier Situación cuando tu le Clames, si no también, que te ha Prometido una Tierra y unos cielos, nuevos, donde solo mora la Justicia; por eso es llamado su Monte Santo!

¡Gracias, Muchas Gracias Señor, porque Fieles, Justas, Buenas y Misericordiosas, son todas tus Promesas en Jesucristo, para los que Confiamos en Ti! ¡Amén!

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