“Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.”. Sofonías cap. 3 versos 14 al 15.

¡Oh, Cuan glorioso será Aquel Gran Día en que los que pertenecemos al Israel Celestial, daremos Voces de jubilo, y nos gozaremos y regocijaremos en Dios por siempre!

A diferencia de esta tierra en que ahora vivimos llenos de Pruebas, Aflicciones y conflictos, en Aquel Lugar Maravilloso ya no tendremos nada de esto. Ya no habrá nada que sea motivo de dolor ni sufrimiento. Como bien lo confirma Dios en Apocalipsis cap. 21 versos 1 al 4: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”

En Aquel Glorioso Lugar Cantaremos y daremos voces; nos gozaremos y regocijaremos de Todo Corazón; No habrá nada que oscurezca estas expresiones externas e internas de Satisfacción Plena, y de Verdadera Felicidad; absolutamente, Nada.

Ya no pasaremos la pena y tristeza de ver nuestros padres morir; de ver nuestros hijos morir; de ver nuestros hermanos morir o nuestros amigos. Allí No habrá nada que nos provoque angustia ni dolor.

¡Oh! ¡Oh, Maravilloso Lugar; Allí quiero yo por siempre estar! Y, tu también estarás, si al igual que yo, te has Arrepentido de tus pecados, has clamado misericordia a Dios el Padre, te has Refugiado por la fe en Jesucristo, y Ahora vives Aplicando los Mandatos Prescrito por Dios en la Santísima Biblia, en Cada Área de tu Vida. Si así es: ¡Bienvenido Hermano, Hermana Mía, Ya Pronto Iremos a este Maravilloso Lugar, que Dios ha Preparado Única y Exclusivamente para nosotros!

Escuchemos la voz de Dios, que así lo ha Prometido, en Juan 14 versos 2 y 3: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo se los hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para ustedes. 3 Y si me fuere y les preparare lugar, vendré otra vez, y les tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, ustedes también estén.”

¡Amén! ¡Amén! ¡Ven Señor Jesucristo! ¡Llévanos ya Contigo!