lunes, 23 de abril de 2012

Así dice Dios el Gran SEÑOR en Lucas capítulo 22“ 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad ... 45¿Por qué duermen? Levántense, y orad para que no entren en tentación.”


Esta es una Amonestación, y un Mandamiento que el Gran SEÑOR dirige a cada uno de los suyos, principalmente, a los que son Negligentes, Perezosos o Haraganes en Orarle a él con Insistencia, y de manera frecuente:

Es como si el Gran SEÑOR dijera:
“¿Qué esperan para orar? ¿Dejarás que ese problema económico te quite el gozo de tu Gran Salvación, por no Orarme y Pedirme que te lo solucione? ¿Nunca has leído lo que yo hice a favor de una viuda de uno de mis profetas cuando estaba llena de deudas económicas en 2do. De Reyes capítulo 4? ¿No lo has leído? Pues escúchalo: 

 1 Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso del SEÑOR; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. 2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. 3 El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. 4 Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. 5 Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. 6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. 7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.” 


“¿Dime, turbado Creyente, dime, que hizo esta mujer para que yo le librara? ¿No fue y le clamó a mi siervo Eliseo, para que éste a su vez me implorara a mí, y Yo se lo concediera? ¿Viste como actué, como mi Poder Todopoderoso? ¿Y, no haré lo mismo contigo? Claro que lo haré. Así que no seas Haragan y Perezoso, y Clámame, Pídeme y Ruégame por medio de la Oración, a travez de tu Mediador JESÚS el Cristo?”

Es como si el Gran SEÑOR continuara diciendo a Sus Discípulos:
“¿Permitirás que ese problema de salud tuyo o de uno de tus hijos, siga nublando y opacando tu gozo en JESÚS el Cristo? ¿Permitirás que ese problema que tienes con tus hijos, con tu esposo, o con tu esposa, o en el lugar donde trabajas, o en el sitio donde estudias, o en el lugar donde vives, hunda tu confianza en Mí, y tu gozo en JESÚS el Cristo?

Entonces, ¿Qué Espera, oh Perezoso? ¿Qué esperas, para Orarme intensa, frecuente e insistentemente? Yo te responderé; como bien Yo lo Confirmo en Juan capítulo 14:
 13 Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo piden en mi nombre, yo lo haré.


¡Escucha, oh hijo adoptado en el Amado JESÚS el Cristo! ¡Escucha, oh Discípulo mío la siguiente parábola en Lucas capítulo 18: 

1 También les refirió JESÚS una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.  6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?  8 Les digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

¡Oh Amados hermanos en JESÚS el Cristo, aquellos que se han Arrepentido de sus Pecados y ha Puesto su Fe en Él, No Importa la Situación que estemos en este momento; no importa; nuestro Amado y Único PADRE ha prometido “que pronto.. (nos)... hará justicia.”! ¡Oh Discípulos de JESÚS el Cristo! ¡Oh Siervos del Dios Trino! Escuchemos lo que Nuestro Gran SEÑOR y PADRE Celestial nos Manda en Filipenses capítulo 4: 

6 Por nada estén afanosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.


¡Derramemos nuestros corazones acompañados de nuestras diversas Peticiones, Él nos ha Prometido que las Responderá, para Realzar su gloria, y para nuestro bien. ¡Amén!¡Amén!