sábado, 16 de octubre de 2010

“40 Vino a Él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que Él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a Él de todas partes.” Dice el Señor en Marcos cap. 1 versos 40 al 42 y 45.

En este hecho histórico y maravilloso, Dios, el Alto y Sublime, El que hace todo lo que quiere, en cielo, en la tierra y en todos los abismos; Aquel, que no hay quien le detenga la mano, y le diga qué haces, nos Enseña lo siguiente:

Primero: Que Él sólo tiene misericordia de aquel ser humano pecador que está consciente de su Penoso y Condenable estado en el que se Encuentra: “Vino a Él un leproso…”.

Esta persona debió primero de estar consciente de que era Leproso; de que era una persona en una Condición Deprimente y Penosa; una persona cuyo cuerpo cada día se iba destruyendo, por causa de su terrible condición de Leproso.

Y fue, el estar convencido de esto, que lo llevó a Implorar la misericordia de Dios, de que Su poder, fuera usado a su favor.

Y es esa misma Convicción o Convencimiento que Debes tener tú, si quieres que Dios tenga Misericordia de ti:
ü Debes estar Convencido que eres Leproso, pero en tu alma; que tu alma está llena de llagas o cortaduras podridas, por causa de tus pecados o Transgresiones a las Leyes de Dios.” 15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.” Dice el señor en Tito cap. 1 verso 15.
Debes estar Convencido que te encuentras en una Condenable situación, por tu estado de Pecador No Transformado por Dios Espíritu Santo; y que por tanto, la Ira y el Juicio de Dios Pesan sobre ti: “11 Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.” dice el Señor en Salmos 7 verso 11.
ü Debes estar Convencido que No eres bueno delante de las Exigencias de Dios en Su Ley; y que por tanto, apareces como un Transgresor y Rebelde ante Su presencia: “10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.” dice el Señor en Santiago cap. 2 verso 10 y 11
ü Debes estar Convencido que Necesita Solucionar esta situación en la cual te encuentras.

Pero, Dios también nos Enseña en Segundo Lugar: Que Sólo a Él Debemos Acudir para ser Librado del Penoso y Condenable estado en que por naturaleza, nos encontramos: “Vino a Él… Y Jesús…”.

Cuando Dios nos trae el Convencimiento de nuestro triste estado delante de Él, No debemos acudir a medios humanos para poder solucionar esta situación; No. No debemos acudir a un llamado sacerdote, ni a un pastor, ni cuadro de un del corazón de un supuesto Jesús, Ni a un crucifijo, Ni mucho menos a la imagen Visual Inventada de Jesucristo que vender por doquier, y que te la envían a un por correo en la internet; No.

Debemos acudir al Verdadero Jesús; Aquel, que se revela en la Santísima Biblia como un ser “ Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” dice el Señor en Isaías 9 verso 6. Aquel que es Todopoderoso para salvar de la Condenación en el Infierno, y en esta vida, de la esclavitud del pecado, a todo ser humano, que por medio de la Fe Salvadora y el Arrepentimiento de sus pecados, se Ampara en Él: “14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” dice el Señor en Hebreos cap. 4 versos 14 y 16.

Debes acudir al Señor Jesucristo, el cual como Dios el Hijo, es el Único que puede mediar ante Dios el Padre, y Evitar así, ser condenados Eternamente en el Infierno o Lago de Fuego y Azufre: “5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” dice el Señor en 1ra. a Timoteo cap. 2 verso 5, y en Hebreos cap. 5 verso 9.

Debes al igual que el hermano rey David en Samos 32  verso 5 Confesarle tus pecados al mismo Dios, y No a mas nadie: “5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Acuérdate, que si este Leproso no acude al que tenía en poder para sanarle, no solo no hubiese sido sanado, sino también, que hubiese muerto leproso. Así mismo pasa contigo, si no Acudes cuanto antes al Señor Jesucristo, y sólo a Él, no sólo seguirás Leproso en tu alma, lleno de pecados; sino también, que terminarás condenado eternamente y para siempre, sin esperanza alguna. El Único Vicario, Intercesor o Mediador: Nuestro Bendito, Maravilloso, Eterno y Glorioso: Señor Jesucristo: “11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” dice el Señor en Hechos cap. 4 versos 11 y 12.

Pero, Dios también nos Enseña en Tercer Lugar: Que la Actitud correcta para alcanzar Su misericordia es ir con Ruegos y Suplicas delante de Él:Vino a Él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla…”.

Luego que se es consciente del Penoso y Condenable estado en que uno se encuentra delante de Dios, y que se sabe que Sólo a Dios hay que acudir, el paso siguiente es: Venir con una Actitud de Ruego y Suplica, es decir, una actitud de humildad y humillación. Si se ha de alcanzar el favor del Altísimo, hay que acudir a Él, con ruegos, suplicas e hincada la rodilla.

Hay que despojarse de todo Orgullo, Soberbia y Pretensión. Hay que Venir a Pedir que por favor, que si Él quiere, Incline su Brazo de Misericordia y nos libre de ese Penoso estado en que nos encontramos; hay que tomar en sus labios palabras iguales o similares a la que dijo el hermano, el rey David: “1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ” en Salmos 51 verso 1.

Por eso dice el Señor en Isaías cap. 66 versos 1 y 2: “1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.”.

En Cuarto Lugar, Dios nos Enseña: Que de Él es quien depende Tener misericordia o no de un ser humano pecador:Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.

Luego de  Sentirnos Leprosos por nuestros pecados delante de Dios; Luego de Saber que Sólo Jesucristo nos Puede librar y perdonar; Luego de Acudir a Él con Ruegos y Suplicas; Debo estar Consciente que de Dios es quien Depende mostrar su Brazo de misericordia para conmigo; que de Él depende extender su Mano Todopoderosa, Justa, Tierna y Cariñosa, y mostrar en mi su misericordia salvadora, y Pronunciar las Mejores palabras que se puedan pronunciar sobre la Tierra, a un ser perdido y pecador, como lo somos todos por naturaleza: “Quiero, sé limpio.

Es en ese Querer de Dios que Debe estar la esperanza mía como pecador; ese debe ser mi apoyo. Es procurando sacar de Dios ese “Quiero, sé limpio” que Debe estar concentrado todo mi esfuerzo.

Y Él, es tan misericordioso, compasivo y bondadoso, que me ha revelado y mostrado cómo sacar de Él ese “Quiero, sé limpio”. ¿Cómo? Estando consciente de mi Penoso y Condenable estado delante de Él; Acudiendo al Señor Jesucristo, como Único Mediador; y Llevando una Actitud de Ruegos y suplicas; he aquí las claves para sacar ese Querer de Dios, o mejor dicho, para sacar de Dios, ese Querer Tener de mí, Misericordia.

En Quinto Lugar, Dios nos Enseña: Que Cuando El Transforma a un ser humano Pecador, lo hace de forma Instantánea e Inmediata:Y así que Él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

En el mismo momento que un pecador Clama Misericordia a Dios, como Resultado de la Resurrección espiritual operada en su alma por Dios Espíritu Santo, Convencido de que ha Ofendido a un Dios Justísimo, Purísimo y Santísimo, Dios Inmediatamente  lo Transforma y hace del mismo un nuevo ser humano: “17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” dice el Señor en 2da. a los Corintios cap. 5 verso 17.

Dios, al Transformar a un ser humano pecador hace dos cosas con él:
La primera Cosa: Le Declara sin Pecados y Justo delante de su Tribunal, basado en la Obediencia Perfecta del Señor Jesucristo a todas las Exigencias de la ley de Dios, y su Valiosa Muerte en la Cruz: “1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” dice el Señor en Romanos cap. 5 versos 1, 2, 10, 11 y 19; y cap. 8 verso 1.

La Segunda Cosa: Hace Morar a Dios Espíritu Santo dentro de éste, de modo, que el poder esclavizante que tenía su naturaleza pecaminosa sobre él es eliminado, y ahora, tiene la capacidad de Obedecer a Dios, y Hacer su voluntad, no de una manera perfecta, pero cada día que pasa se va acercando mas y mas, a dicha perfección: “17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” dice el Señor en Romanos cap. 6 versos 17, 18 y 22; y Romanos cap. 8 verso 9, 11, 13 al 15.

En Sexto Lugar, Dios nos Enseña: Que Todo ser humano Transformado por Dios le Predica a otros cómo Dios le Transformó:Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho…”.

Cuando un ser humano ha sido recipiente de la misericordia de Dios éste No Puede Contenerse de Anunciarles a otros, el Gran Milagro que Dios ha hecho en su vida; tiene que publicarlo. El quiere que todos se enteren de lo Misericordioso que ha sido Dios con Él; de cómo le libró de la Esclavitud de sus pecados, y de la Condenación en el Infierno Eterno o Lago de fuego y Azufre.

El, al igual que el leproso de nuestra historia, comienza “a publicarlo mucho y a divulgar el hecho”. No hay vecino que no se entere lo que Dios hizo con él; no hay compañero de trabajo al que él no se lo diga; él quiere divulgarlo donde quiera que se encuentre.

Así como si una persona mendiga y muy pobre, recibe, gratuitamente, una herencia millonaria, no hay persona que éste conozca que no se lo comunique. De la misma manera, Cuando una persona ha sido Transformada por Dios Espíritu Santo, y Éste ha venido a morar dentro de ella, la misma se lo comunica a todos por doquier, con alegría, orgullo y agradecimiento; pero a la vez, con la sagrada intención de que Dios haga lo mismo con la otra persona a si como hizo con ella.

Tú, que dices ser Cristiano, Cristiana o Discípulo de Jesucristo:

¿Saben tus familiares, Vecinos, Compañeros de trabajo o de estudios, y las personas con las que te interrelacionas lo que Dios ha hecho contigo? ¿Le Predicas el Evangelio de Jesucristo para que Dios haga en ellos lo que hizo contigo? O ¿Es que acaso eres un Simulador e Hipócrita? ¿Sólo te dices de Jesucristo cuando estás en el local de la iglesia? ¿No te Reprende y Acusa tu conciencia? Como únicamente sirves de obstáculo para el Evangelio de Jesucristo, Oye bien lo que te dice el Gran Señor: “16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? 17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. 19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. 20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.” Salmos cap. 50 versos 16 al 21.

Pero para ti que te ves y te sientes Leproso por tus pecados:

¡Ven, Acude al Divino Señor Jesucristo! ¡Ven, Convencido de que estás leproso en tu alma por tus pecados! ¡Ven, Convencido que Sólo Jesucristo te Puede librar de tu Penosa y Condenable situación! ¡Ven, con palabras de Ruegos y Suplicas, y Clámale que te perdones por todos tus pecados! ¡Ven, y Pídele al Señor de toda misericordia, que si Él quiere, tenga de ti misericordia! ¡Ven, ven a Jesucristo, por medio de la fe, en oración! ¡Ven, que lo más seguro que hará contigo como hizo al leproso de nuestra historia, te dirá: “Quiero, sé limpio.

Que este día sea el Gran día en que Dios limpie tu alma de todo pecado, te liberte de la esclavitud de tu naturaleza pecaminosa, te haga obedecerle, y te libre de la Terrible condenación en el Infierno Eterno o Lago de fuego y azufre.

Y a ti, que al igual que a mí, el Señor Jesucristo ha limpia nuestras almas de la Lepra de nuestros pecados:

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.” dice el Señor en Hebreos cap. 12 verso 28 y  29.

¡Dios bendiga ésta, su Bendita, Maravillosa y Gloriosa Palabra en cada uno de nuestros corazones! ¡Amén!

sábado, 9 de octubre de 2010

“29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación.” Dice el Señor en Lucas cap. 2 versos 29 y 30.

¿Podemos nosotros, Hoy, en este Preciso Instante, decirle al Señor, estas mismas palabras que dijo Simeón? ¿Podemos decirle al Señor que nos despida en Paz? ¿Podemos decirle que nos lleve de este mundo, y nos lleve en paz, a su Presencia?

Estas palabras hacen que nos despojemos de toda hipocresía y simulación, y nos Examinemos, real y efectivamente, si somos o No, Discípulos del Señor. Estas declaraciones nos ponen entre la espada y la pared.

Dios, en su Plan Infinito ha Predeterminado, el día y la hora en que cada ser humano va a morir; y no hay forma de extender dicho día; Como bien lo confirma el Señor en Hechos cap. 17 verso 26: “26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;”. Sin embargo, ¿Podemos decir nosotros ahora mismo: “Señor, despides a tu siervo en paz“?

Ahora bien, ¿En qué se basaba Simeón para decir estas palabras? ¿Cuál era su Fundamento?

En Primer Lugar él se basaba: En el Gran Hecho de que él pudo experimental personalmente la Salvación Provista por Dios:

Simeón, había resucitado espiritualmente; había sido hecho nueva criatura por Dios Espíritu Santo, y por tanto, había sido hecho Apto para ver al Salvador, no sólo con los ojos físicos como lo vió, sino todavía más especial, con los ojos de la fe: “9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” 1ra. a los Corintios cap. 2 versos 9 y 10.

Simeón quedó, tan Emocionado y Satisfecho al ver físicamente al Salvador de su Alma, que le pidió al Señor que lo despidiera de este mundo, bajo la convicción de que ciertamente sería recibido en el Reino de los Cielos; y con la certeza de que Dios había Provisto a Alguien que Padeciera en Lugar Suyo, lo que él merecía padecer en el Lago de fuego y Azufre.

Porque han visto mis ojos tu salvación”: Es decir:
ü He visto, con los ojos de la fe, a Aquel que vino a Salvar a su Pueblo de sus Pecados: “21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo cap. 1 verso 21.
ü He visto, con los ojos de la fe,  a Aquel que vino a poner voluntariamente su Vida por sus Ovejas: “11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” Juan cap. 10 versos 11 y 15.
ü He visto, con los ojos de la fe,  a Aquel que fue Predestinado para Salvar, de una manera Efectiva y Eficazmente a Cada uno de los Integrantes de su Pueblo Elegido: “39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.”Juan cap. 6 versos 39, 44 y 65.

¿Y tú, has visto la salvación de Dios en tu Vida? ¿Has contemplado al Señor Jesucristo como el Único Mediador entre tú, débil y frágil pecador, y el Todopoderoso Dios? ¿Has experimentado en tu propia vida la salvación de Dios? ¿Te has Arrepentido de Todos tus pecados, y los  ha Abandonados? ¿Es Evidente a todos los que te conocen que tú has experimentado la salvación de Dios?

Si todo eso es así, entonces, tu puedes decir, libremente y con confianza: “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz.

Pero también, En segundo Lugar, él se basaba: En la Evidencia que Reflejaba, tanto a lo demás como a él mismo, de ser un Obediente a los Mandatos de Dios, expresados en su Santísima Palabra:

En otras palabras: Simeón no sólo decía con su boca que él había experimentado la salvación que viene de parte del Señor, sino también, que él lo Evidenciaba en su diario vivir; Escuchemos el verso 25 del cap. 2 de Lucas: “25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.”.

El era conocido entre sus familiares, vecinos y relacionados, como un “hombre justo y piadoso”. Uno que se caracterizaba por su conducta Santa, Justa y Apartada del pecado.

El era conocido por ser uno que se purificaba así mismo, como el Señor es puro; como Debe ser el comportamiento de todo aquel que espera ser como nuestro Señor Jesucristo en su venida: “2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.” 1ra. Juan cap. 3 versos 2 y 3.

¿Es Evidente a Todo el que te conoce que tu eres un Discípulo de Jesucristo? ¿Es tu vida diaria Coherente con lo que Dios demanda de ti en su Santísima Palabra? ¿Eres conocido por ser una persona Temerosa de Dios, Apartada del pecado y Obediente a lo que Dios dice en su Santísima Palabra?

Acuérdate, que los verdaderos miembros de la familia del Gran Dios Eterno, son aquellos que Escuchan Su Palabra, y la Obedecen en su diario vivir: “20 Y se le avisó, diciendo: Tu mamá y tus hermanos están fuera y quieren verte. 21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi mamá y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.” dice el Señor Lucas cap. 8 versos 20 y 21.

Acuérdate que todo verdadero hijo o hija de Dios, vive una vida santa en todas las áreas de su vida: “14 como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes tenían estando en su ignorancia; 15 sino, como aquel que les llamó es santo, sean también ustedes santos en toda su manera de vivir; 16 porque escrito está: Sean santos, porque yo soy santo.” 1ra. de Pedro cap. 1 versos 14 al 16.

Por tanto, ¿Es tu diario vivir coherente con lo que tu dice ser? ¿Se ve claramente la diferencia entre tu, un hijo de la luz de Cristo, y otro, que es hijo de las tinieblas?

Si todo eso es así, ¡Unámonos en un coro con Simeón, y digamos con seguridad y confianza: “29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación.

Que estas palabras puedan estar, en la mente, en el corazón y en la boca de todo verdadero Discípulo de Jesucristo, a la hora de su muerte física ¡Amén, y Amén!