domingo, 17 de febrero de 2013

ASÍ DICE DIOS EL GRAN SEÑOR EN 1RA. A LOS CORINTIOS capítulo 11: “30. Por eso hay muchos enfermos y debilitados entre ustedes, y muchos han muerto. 31. Porque, si nos examinásemos a nosotros mismos, de seguro, que no seríamos juzgados; 32. Pero siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.”


(Segunda Publicación de Dos (2 de 2))


Lo Tercero que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE SI NOSOTROS, SUS DISCÍPULOS, NOS EXAMINARAMOS CON MAS FRECUENCIA, Y CONFESARAMOS ESOS PECADOS OCULTOS, EVITARÍAMOS QUE SU VARA DISCIPLINADORA LLEGARA HASTA NOSOTROS:    “31. Porque, si nos examinásemos a nosotros mismos, de seguro, que no seríamos juzgados;

Si queremos Evitar, que la Vara Disciplinadora de nuestro Gran Dios, no se nos pegue en los glúteos o en la espalda, es necesario que nos Examinemos, ya sea diario, cada dos días o semanal

Debemos Examinarnos, y meditar en los lugares que hemos visitados, en las personas con las que nos hemos reunidos, las palabras que ha salido de nuestra boca, y los pensamientos  que hemos tenido, y todo eso Evaluarlo con lo que nuestro Grandioso Dios nos Enseña en su Santísima Biblia, y si encontramos pecados, inmediatamente Confesárselo,  Pedir Perdón y Prometer no seguir cometiéndolo.

Como también hizo nuestro querido hno. el rey David; escuchemos como Dios el Gran SEÑOR nos lo revela en Salmos capítulo 32:

5. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad; Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Aquellos que se Examinan, tomando Únicamente la Santísima Palabra del Gran Dios, como un escáner o un espejo, para pasarlo por su Conducta diaria, sus Pensamientos Frecuentes, y sus Palabras Cotidianas, determinarán, en cuáles cosas ha Pecado contra su Dios, y confesarán sus Pecados.

Pero el Examen también determinará, si realmente la Persona es un Discípulo o Cristiano Verdadero, porque, si luego de examinarse, éste persiste en seguir pecando contra el Gran Dios, Evidentemente que el tal es un Pecador o Impío, Réprobo en cuanto a la Verdadera Fe, Mentiroso, y Reo del Lago de Fuego y Azufre o Infierno Eterno.

Como Dios el Gran SEÑOR nos lo Confirma en 2da. A los Corintios capítulo 13:

5. Examínense a ustedes mismos si están en la fe; pruébense a ustedes mismos. ¿O no se conocen a ustedes mismos, que JESÚS el Cristo está en ustedes, a menos que estén reprobados? 


Y Dios el Gran SEÑOR nos lo Reitera en 1ra. de Juan capítulo 2:

4. El que dice: Yo le he conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 6. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 7. Hijitos, nadie les engañe…
8. El que hace pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
9. Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque Su Simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
10. En esto se dan a conocer los hijos de Dios, y los hijos del diablo: Cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

¡Examinémosno pues, y Corrijamos lo que encontremos torcido, para que no solo seamos Restaurados por nuestro Gran SEÑOR, sino también, como una Evidencia para nosotros mismos, de que somos Verdaderos Discípulos del SEÑOR, y no falsos profesantes, merecedores del Lago de Fuego y Azufre!

Escuchemos como Dios el Gran SEÑOR nos lo dice en Hebreos capítulo 12:

22. sino que se han acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
23. a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
24. A JESÚS el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
25. Tengan mucho cuidado de no desechar Al que habla, porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos Al que amonesta desde los cielos.
26. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
28. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
29. porque nuestro Dios es fuego consumidor.

¡Examinémosno pues, mientras estemos en esta tierra, para que ya sea, que seamos Verdadero Discípulo o no, podamos Restablecer nuestra Comunión con el Grandioso Dios, por medio del Gran JESÚS el Mediador del Nuevo Pacto, y alcanzar su Gracia y su Misericordia, en vez de su Ira, de su Juicio y de su Castigo! ¡Amén!



Lo Cuarto que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE  LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA QUE NUESTRO GRAN SEÑOR NOS CASTIGA CON SU VARA DISCIPLINADORA, ES PARA QUE NO SEAMOS CONDENADOS CON LOS IMPÍOS O PECADORES:    “32. Pero siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

La razón principal por la que los Discípulo del Señor JESÚS el Cristo o Cristianos, somos Castigados por Él aquí, es para que no seamos Condenado en el Lago de Fuego y Azufre con los Impíos o Pecadores.

Nuestro Buen, Santo, Justo y Gran Dios nos da con su Vara Disciplinaria para que entendamos que Él no tolera el pecado o la Rebelión contra sus Mandamientos en nadie, ni aún en sus Discípulos, que han sido lavados y limpiados con la Sangre del Gran Cordero.

 Pero, cuando éstos vuelven y cometen algún pecado, deben confesarlo, y lavarse de nuevo en dicha sangre, y revestirse de la Justicia del JUSTO, JESÚS el Cristo, no para ser salvos de la Ira, del Juicio y del Castigo de Dios en el Lago de Fuego y Azufre, porque ya éstos tienen Vida Eterna, y Segura Entrada a la Nueva Jerusalén, sino que se lavan de nuevo mediante la Confesión de sus Pecados, para Restablecer su comunión practica con el Gran Dios, para Evidenciar que es Verdadero Discípulo, y para Evitar el seguro Castigo del Gran Dios sobre él, en esta tierra.

Escuchemos como Dios el Gran SEÑOR nos lo Confirma en Deuteronomio capítulo 11:
16. Tengan mucho cuidado, que su corazón no se llene de presunción infundada y ridícula, y se aparten y sirvan a dioses ajenos, y se inclinen a ellos;
17. y se encienda el furor de el SEÑOR (YHWH)  sobre ustedes, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcan pronto de la buena tierra que les da el SEÑOR (YHWH).

Nuestro Gran Dios, a sus Discípulos o Cristianos, les envía aflicciones temporales, para que éstos entiendan, que si fuera por sus conductas, o sus buenas obras, o su permanencia en Obedecer cada uno de sus Mandamientos, éstos serían Condenados con el Mundo Impío, al Lago de Fuego y Azufre, y, que si son salvos, es por su Gracia y Misericordia, manifestada por medio de JESÚS el Cristo. 

El hecho del Gran Dios, mandarles juicios temporales y pasajeros a sus Discípulos en esta tierra, es para que estén convencidos de lo Drástico que Él será con el Impío en el Gran Día del Juicio, si éste no se Arrepiente de sus Pecados, los Abandona, y pone la Fe Regalada en JESÚS el Cristo.

Como Dios el Gran SEÑOR nos lo Confirma en 2da. De Pedro capítulo 4:

17. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
18. Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?”  

El Justísimo y Santísimo Dios ha comenzado su juicio por su Casa, Enderezando lo Torcido, Sanando al Enfermo de Alma, Volviendo al Camino al Desviado, Renovando al Desmayado, y trayendo Gozo de Salvación a todos sus Discípulos, por medio de su Vara Disciplinadora. 

Como Dios el Gran SEÑOR nos lo Confirma en Hebreos capítulo 12:

5. y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del SEÑOR, Ni desmayes cuando eres reprendido por Él;
 6. Porque el SEÑOR al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
7. Si soportan la disciplina, Dios les trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
8. Pero si se les deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces son bastardos, y no hijos.
9. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10. Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero Éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
11. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
12. Por lo cual, levanten las manos caídas y las rodillas paralizadas;
13. y hagan caminos derechos para sus pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
14. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. ” 

      ¡Bendita sea la Vara Disciplinaria del Grandioso Dios, pues ella nos Confirma que somos sus Discípulos, sus hijos, y que nos está moldeando, es decir, dándonos formas, para seamos en nuestra Conducta Diaria parecidos a nuestro Glorioso Señor JESÚS el Cristo!

Porque como Dios dice en 1ra. De Juan capítulo 3, todo aquel aspira ser como Él, se purifica así mismo, como Él es puro; escuchemos:

2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
3. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 

¡Amén, y un Trillón de veces, Amén! 

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