sábado, 31 de marzo de 2012

“22 Mas ahora que han sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tengan por como fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.” Dice el Señor en Romanos cap. 6 verso 22.

Cuando un ser humano pecador es Resucitado espiritualmente por Dios Espíritu Santo, utilizando Éste la Predicación del Evangelio de JESÚS el Cristo, y Recibe Fe para confiar en JESÚS el Cristo, y Convicción de Pecado para Arrepentirse de sus pecados, este ser humano cambia de Estado o Condición.

Y, ¿Qué quiere decir que Cambia de Estado o Condición? Quiere decir que, de ser un Esclavo de su naturaleza pecaminosa, ahora queda Libre de la misma, y Dios Espíritu Santo viene a Morar dentro de éste, para que Ahora tenga la Capacidad de Obedecer a Dios en todo lo que Él le Manda en su Santísima Palabra; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en Romanos capítulo:
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Más ustedes no viven según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también sus cuerpos mortales por su Espíritu que mora en ustedes.14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.


Mientras que los que son Esclavos de su naturaleza pecaminosa “no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”, es decir, no tienen la capacidad espiritual para Obedecerla, de manera sincera, voluntaria, gustosa y coherente; el que ha sido Libertado de la misma, Sí; ya éste, por el Poder de Dios ESPÍRITU SANTO, puede “sujetarse a la ley de Dios”, que es lo mismo que Andar según el Espíritu o conforme al mismo.


Dios el Gran SEÑOR, no deja al pecador que se arrepiente de sus pecados y pone su confianza en JESÚS el cristo, que éste se guie como mejor le parezca; no; Dios le Libertad de su naturaleza pecaminosa, pero al mismo tiempo, lo hace siervo de Él, y le Capacita para que éste pueda ejercer esta nueva función en su vida; como Dios el Gran SEÑOR lo Confirma en Romanos capítulo 6: “22 MAS AHORA QUE HAN SIDO LIBERTADOS DEL PECADO  y hechos siervos de Dios, tengan por como fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.”


Lo Primero que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña es:

QUE SÓLO EL LIBERTA DE LA NATURALEZA PECAMINOSA CON LA QUE NACEMOS TODOS LOS SERES HUMANOS:Mas ahora que han sido libertados del pecado…”.


No hay forma en que un ser humano por si mismo pueda deshacerse de la esclavitud de su naturaleza pecaminosa; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en Juan capítulo 8:
34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto les digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.


Y lo reitera en Romanos capítulo 8:
7 Por cuanto los propósitos íntimos de la naturaleza pecaminosa son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.


Por esta causa es, que las instituciones que trabajan con adictos a las drogas narcóticas y a las drogas alcohólicas, son tan pocos efectivas. ¿Por qué? Porque el principal problema del ser humano, cuya naturaleza pecadora lo lleva por este camino, está en su interior, en su alma.


Éste, Tiene una naturaleza que lo esclaviza a sus gustos y preferencias contrarias a Dios. Y por más que éste se quiera esforzar por librarse por sí mismo, de sus celos, chismes, pleitos, adulterios, fornicaciones, homosexualismos, lesbianismos, bisexualismos, mentiras, robos, estafas, asesinatos, malas palabras, drogas alcoholicas y narcóticas, entre otros pecados, No Puede: Es un Esclavo.


Por eso que es que todos los que han seguido el camino equivocado, mentiroso y desviado, de que: “tú puedes hacer todo lo que quieras, y puedes llegar a lugar que te propongas”, todo el que ha seguido ese camino, ha terminado Desilusionado, Amargado, Engañado y Depresivo.


¿Por qué? Por que el ser humano está desde que nace, Atado con cadenas  a una Naturaleza que lo tiene Esclavizado, que sólo Dios puede quitar; y ésta lo mueve hacer, de forma voluntaria y gustosa, lo que éste nunca pensó que haría; como bien lo Confirma Dios el Gran SEÑOR  en Romanos capítulo 3:
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. 19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;


Sin embargo, cuando el pecador esclavo, le clama misericordia a Dios el PADRE, arrepintiéndose de sus pecados, y por medio de la fe en lo que hizo Dios el HIJO, JESÚS el Cristo,  éste, de una manera instantánea, invisible y sorprendente, queda libertado de su esclavitud, por el poder Todopoderoso de Dios ESPÍRITU SANTO; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en Juan capítulo 8:
 “36 Así que, si el Hijo les libertare, serán verdaderamente libres.


 Y vuelve y lo reitera en Romanos capítulo 6:
17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. ” 


Dios el gran señor, rompe para siempre esas cadenas que le tenían atado por tanto tiempo a su naturaleza pecaminosa,  y lo hace libre. para que éste pueda y quiera Obedecerle; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en Ezequiel capítulo 36:
26 Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne.  27 Y pondré dentro de ustedes mi Espíritu, y haré que anden en mis estatutos, y guarden mis preceptos, y los pongan por obra.


Lo Segundo que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña es:

QUE A TODO AQUEL,  QUE ÉL LIBERTA DEL PECADO, ÉL LE CONVIERTE EN SU SIERVO:Mas ahora que han sido … hechos siervos de Dios…”.


A todo ser humano que Dios el Gran SEÑOR, liberta de su naturaleza pecaminosa, lo convierte en su siervo; no lo deja guiarse bajo su propio parecer o criterios personales, No: Él le hace su siervo, y le Capacita para poder Obedecerlo, y tener un comportamiento, en todas las áreas de su vida, totalmente opuesto a como antes se comportaba; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en 2da. a los Corintios capítulo 5:
 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 


Por eso es, que hay una gran diferencia entre un religioso o moralista, y  un discípulo de Jesucristo; mientras que aquel, se esconde a través de sus ritos y ceremonias que lo esclavizan más y más, el discípulo ha recibido de Dios la Capacidad para Andar en sus Mandamientos y Estatutos, y Cumplirlos, aunque no de una manera perfecta, pero sí de una forma constante, y que va avanzando cada día hacia la perfección; como Dios el Gran SEÑOR  lo Confirma en Ezequiel capítulo 11:
19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.


Y lo reitera en 2da. a los Corintios capítulo 3: “17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del SEÑOR, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del SEÑOR. 17 Porque el SEÑOR es el Espíritu; y donde está el Espíritu del SEÑOR, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del SEÑOR, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del SEÑOR.


Lo Tercero que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña es:

QUE LA SANTIFICACIÓN EN LA VIDA DIARIA, ES LA ÚNICA EVIDENCIA DE QUE ÉL LIBERTÓ E HIZO SU SIERVO A UN SER HUMANO: “…tengan por como fruto la santificación…”.


La única forma de identificar quién ha sido libertado por Jesucristo, y quién no, es cuando observamos su vida. Así como el pez no puede permanecer mucho tiempo fuera del agua, porque le da una ansiosa necesidad de volver a la misma, tan grande es esta ansia, que de no volver hasta se muere; asimismo es el ser humano que no ha sido libertado realmente por Jesucristo de su naturaleza pecaminosa, puede querer aparentarlo, como Judas Iscariote en medio de los once apóstoles, sin embargo, éste no podía dejar de practicar pecado: “4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.” dice el Señor en Juan capítulo.


Sin embargo, cuando un ser humano es libertado de sus pecados es Evidente a todos sus conocidos y relacionados, que Jesucristo le ha transformado, y le continua transformando de día en día; por eso fue, que cuando Zaqueo, hombre rico, amador del dinero y engañador, el Señor le libertó de sus pecados, inmediatamente éste lo Evidenció por medio de su desprendimiento de idolatría y amor al dinero: “8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” dice el Señor en Lucas capítulo 19. 


Y ¿Cuál fue la reacción del Señor Jesucristo ante esta manifestación de Zaqueo? “9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”.


Por consiguiente, la Única Evidencia de que un ser Humano ha sido libertado de su naturaleza pecaminosa, y por tanto, es un verdadero Discípulo de Jesucristo es que esté viviendo una vida santa, es decir, apartada de la práctica del pecado, y obedeciendo al Señor en todas las áreas de su vida: “14 como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes tenían estando en su ignorancia; 15 sino, como Aquel que les llamó es santo, sean también ustedes santos en toda su manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación;” dice el Señor en 1ra. de Pedro capítulo 1.


Lo Cuarto que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña es:
QUE LA VIDA ETERNA O EL REINO DE LOS CIELOS, SERÁ EL LUGAR A QUE IRÁ, EL QUE HA SIDO LIBERTADO DE SU NATURALEZA PECAMINOSA, HECHO SIERVO DE DIOS Y  QUE LO ESTÁ EVIDENCIANDO CON UNA VIDA SANTA: “…y como fin, la vida eterna.


Quien estará con el Dios Santísimo, Justísimo y Purísimo en la Vida Eterna o Reino de los Cielos o la Santa Ciudad, Jerusalén la Celestial, será aquel que como Resultado de haber sido libertado del pecado, y de haber vivido una vida Evidenciado ese milagro que Dios hizo en él, haya andado en Santidad; por esta causa, el Señor advierte Enérgica y Sentenciosamente en Hebreos capítulo: “14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.


Nadie, Absolutamente Nadie, que no haya sido Vivido en Santidad de vida entrará a la Santa Ciudad del Señor, como resultado de haber sido libertado por Jesucristo de su naturaleza pecaminosa, y haber sido hecho siervo del Dios Altísimo.


Por eso es, que el Gran SEÑOR dice en Salmos capítulo 15: “1 Señor, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. 3 El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.


Y vuelve y lo reitera, para que no quede la menor duda, en Salmos capítulo 24: 
3 ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación. 6 Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. ”. Es decir, que todo el que estará allí, vivió una vida radical y totalmente diferente a las de los pecadores e impíos con los que se interrelacionaba.


El Señor, el Gran Juez, vuelve y sentencia en Apocalipsis capítulos 21 y 22 : “27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. 14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
Por tanto, HOY ES UN BUEN DÍA, para que nos examinemos, sincera y honestamente, y nos preguntemos:

Primero:
¿Me ha Libertado el Señor JESÚS el Cristo, de la  Esclavitud de mi naturaleza pecaminosa? Como bien Él lo Confirma en Juan capítulo 8:
34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto les digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 36 Así que, si el Hijo os libertare, serán verdaderamente libres.


Segundo:
¿Me ha hecho un siervo de Él, de modo que ahora me someto a sus Mandatos, expresados en la Santísima Biblia? Como bien Él lo Confirma en Romanos capítulo 6:
17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.


Tercero:
¿Estoy Evidenciando a los demás, con una vida Santa y Apartada de la práctica del pecado, que soy Discípulo o Discípula de Jesucristo? Como bien Él lo Confirma en 1ra. de Juan capítulo 2:
3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;  5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.


 Cuarto:
¿Puede decir mi vida diaria que soy uno de esos ciudadanos de la Santa Ciudad,  Jerusalén la Celestial? ¿Evidencia mi vida que soy uno de esos Lavados y Purificados por la Sangre de Jesucristo? Como bien lo Confirma el Gran SEÑOR en Juan capítulo 8:
14 como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes tenian estando en su ignorancia; 15 sino, como Aquel que les llamó es Santo, seantambién ustedes santos en toda su manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy Santo. 17 Y si invocan por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación;


¡QUE DIOS NOS GUIE EN ESTE EXAMEN, para que todos lo que lo realicemos podamos ir ante su presencia, unos, Agradeciéndoles su Gran Misericordia para con nosotros por habernos libertados de nuestra naturaleza pecaminosa y hechos siervo de Él; y otros, Clamándole misericordia para que Él les Liberte de su naturaleza pecaminosa, y les Convierta en sus siervos! ¡Amén!

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