Lo Primero que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE ES IMPOSIBLE QUE ALGUIEN SE CONVIERTA A JESÚS EL CRISTO, SI PRIMERO
NO ES RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS ESPIRITUALES:
“18.
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz…”
Esto es algo que Debe saberlo Todo Predicador del Bendito Evangelio de
nuestro Señor JESÚS el Cristo:
Primero: Para que Éste no sea un inducidor de personas al SEÑOR, y luego
éstas, siendo Impías todavía, se crean Cristianas, y su condenación sea
Doblemente más Terrible.
Así lo Confirma nuestro Grandioso SEÑOR en Mateo capítulo 23:
“15. ¡Ay de ustedes, escribas y
fariseos, hipócritas! porque recorren mar y tierra para hacer un prosélito, y
una vez hecho, le hacen dos veces más hijo del infierno que ustedes.”
Segundo: Para que el Predicador sepa Cuál es su Función y su Lugar en la
Salvación de los Pecadores, y no quiera excederse más allá de lo que el Gran
SEÑOR le ha Concedido.
La Función Principal del Predicador es Proclamar el Evangelio tal y como
lo Predicó nuestro Glorioso Señor JESÚS el Cristo, y sus Doces Únicos
Apóstoles.
Así lo Confirma nuestro Grandioso SEÑOR en Romanos capítulo 10:
“14. …¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique?
15. ¿Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son
los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Y en 2da. A Timoteo capítulo 2 el Gran SEÑOR nos dice:
“1. Te encarezco delante de Dios y del
Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y
en su reino,
2. que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
Tercero: Para que el Predicador se Aparte de Todo aquel que le Induzca a
Crear Métodos y Fórmulas Humanas para Atraer a Pecadores a JESÚS el Cristo, y
para que se Reprima y se Refrene en Inventárselo, el mismo.
Así lo Confirma nuestro Grandioso SEÑOR en 1ra. A Timoteo capítulo 4:
“16. Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los
que te oyeren.”
Cuarto: Para que el Predicador le Pida con Vehemencia, Persistencia y
Constancia al Gran SEÑOR que les dé Salvación a sus Oyentes.
De esta manera oraba el querido el hno. Apóstol Pablo por sus Oyentes,
como bien se nos Confirma en Efesios capítulo 1:
“15. Por eso también yo, oyendo de su
fe, que es en el Señor JESÚS, y de su amor para con todos los Santos,
16. No ceso de dar gracias por ustedes, haciendo memoria
de ustedes en mis oraciones:
17. Que el Dios de nuestro Señor JESÚS el Cristo, el
Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación por su
conocimiento,
18. alumbrando los ojos de su entendimiento, para que
sepan: Cuál es la esperanza de su vocación, y cuáles son las riquezas de la gloria
de su herencia en los Santos,
19. y cuál es aquella sobre excelente grandeza de su
potencia en nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su
fortaleza,
20. la cual utilizó
en Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándolo a su mano derecha en los
cielos,”
Pero también, esto es algo que Debe saberlo Todo ser Humano Pecador:
Primero: Para que al ser humano Pecador Enterarse de su Terrible Condición
delante de Dios, le Clame e Implore con Urgencia, Misericordia y Piedad al Gran
Señor JESÚS el Cristo:
Así como le Clamo un Ciego en Lucas capítulo 18:“
37. Y
le dijeron que pasaba Jesús nazareno.
38.
Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
39. Y
los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más:
¡Hijo de David, ten misericordia de mí!”
Segundo: Para que el ser humano Pecador le Pida en oración al Gran SEÑOR
que le Resucite Espiritualmente:
Así como le Clamo el hno. Rey y Profeta David en Salmos 51 capítulo 10:
“10. Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
Tercero: Para que el ser humano Pecador Entienda que Nada de lo que éste
pueda hacer logrará jamás, que Dios le Perdone sus Pecados, sino por la Fe
Celestial, puesta en lo ya Hizo el Señor JESÚS el Cristo:
““18… para que reciban, por la fe que
proviene de mí, perdón de pecados...””
Teniendo esto en Mente, de que sólo por el Cristo o el Mesías, se
obtiene perdón de Pecados, tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo, es
que el hno. Rey y Profeta David en Salmos 51 capítulo 10, dijo lo siguiente:
“16. Porque no quieres sacrificio, que
yo lo daría; No quieres holocausto.
17. Los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
Cuarto: Para que el ser humano Pecador Entienda que si Dios ESPÍRITU
SANTO no le Resucita Espiritualmente, para que éste pueda Tener la capacidad de
Convertirse al SEÑOR, sus Pecados no le serán Perdonados, ni tendrá herencia
entre los Convertidos o Santificados:
“18. para que abras sus ojos, para que se
conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para
que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los
santificados.”
Por todo lo antes
dicho, queda más que Evidenciado la Imposibilidad de que un Predicador pueda
Convertir a un ser humano Pecador; pero, al mismo tiempo, lo Imposible que es, que éste pueda
convertirse, por sí mismo, a JESÚS el Cristo, si primero no es Resucitado de entre
los Muertos Espirituales.
Lo Segundo que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE ES IMPOSIBLE QUE ALGUIEN PUEDA SER LIBERADO DEL PODER Y DOMINIO DE
SATANÁS, SI PRIMERO NO ES RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS ESPIRITUALES:
“18.
para que abras sus ojos, para que se conviertan… de la potestad de Satanás a
Dios…”
Todo ser humano al nacer Pecador, se coloca bajo el poder y dominio de
Satanás. Éste ser Rebelde, Perverso y Pecador tiene al ser humano Atado a su
voluntad.
Lo tiene cautivo para que éste haga lo que al Grandioso Dios le
Desagrada, Prohíbe y Condena.
Satanás, siendo un Rebelde y un Perverso, le ha cegado el entendimiento
al ser humano Pecador, para que no le Resplandezca la Luz de Evangelio del
Evangelio de JESÚS el Cristo, y éste pueda ver su Terrible Estado y Condición
delante del Grandioso Dios, y le Clame Misericordia y Piedad.
Como Dios el Gran SEÑOR nos Enseña en 2da. A los Corintios capítulo 4:
“Pero si
nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está
encubierto;
4. en
los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para
que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Cristo, el cual
es la imagen de Dios.”
Por eso es, que solo si Dios el Gran SEÑOR obra la Resurrección
Espiritual, en un ser humano éste puede Escapar
de la Esclavitud y del Dominio de Satanás, el Diablo.
Como Dios el Gran SEÑOR nos Enseña en 2da. A Timoteo capítulo 2:
“25. que con mansedumbre corrija a los
que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la
verdad,
26. y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. ”
Únicamente al ser humano, que se ha Amparado en la
Misericordia de Dios, Ofrecida Gratuitamente en JESÚS el Cristo, el Maligno o
Satanás o el Diablo, no le puede tocar; así nos lo Confirma Dios el Gran SEÑOR
en 1ra. de Juan capítulo 5:
“18.
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel
que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”
Lo Tercero que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE ES IMPOSIBLE QUE ALGUIEN PUEDA RECIBIR EL PERDÓN DE SUS PECADOS, SI
PRIMERO NO ES RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS ESPIRITUALES, Y SE LE REGALA LA
FE CELESTIAL:
“18.
para que abras sus ojos… para que reciban, por la fe que Proviene de mí, perdón
de pecados...”
Para que algún ser humano Pecador pueda Recibir de parte del Grandioso
Dios la Absolución o Perdón de sus Pecados, es Necesario que éste Invoque el Nombre de nuestro Bendito Señor JESÚS el
Cristo, pero, ¿cómo lo Invocará, si está Muerto Espiritualmente, en sus Delitos
y Pecados? ¿Cómo Implorará Misericordia y Piedad ante Dios el PADRE, si éste
tiene su Entendimiento Cegado, y cree estar bien con Dios?
De ahí es la Urgente Necesidad que tiene el ser humano Pecador de que
Dios ESPÍRITU SANTO le Resucite Espiritualmente; quite ese corazón de piedra
con el que éste nace por naturaleza; y luego habite dentro de él, para que ya
transformado, pueda Obedecer al Grandioso Dios de la Santísima Biblia.
Como Dios el Gran SEÑOR nos Enseña en Ezequiel capítulo 36:
“26. Les daré corazón nuevo, y pondré
espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré de su carne el corazón de piedra, y
les daré un corazón de carne.
27. Y
pondré dentro de ustedes mi Espíritu, y haré que anden en mis estatutos,
guarden mis preceptos, y los pongan por obra.”
Si el
ser humano Pecador no es Resucitado Espiritualmente, Nunca podrá Convertirse al
Gran SEÑOR, Nunca Escapará de sus Tinieblas Espirituales, Nunca será Librado
del Dominio de Satanás, y por consiguiente, Nunca Recibirá el Perdón de sus
Pecados; esta es la Sentencia:
“18.
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de
la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón
de pecados y herencia entre los santificados.”
Lo Cuarto que Dios el Gran SEÑOR nos Enseña aquí es:
QUE ES IMPOSIBLE QUE ALGUIEN PUEDA IR AL REINO DE LOS CIELOS, SI EN ESTA
TIERRA NO ES RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS ESPIRITUALES, SE CONVIERTE AL
SEÑOR, SE LE LIBERA DEL DOMINIO DE SATANÁS, SE LE REGALA LA FE CELESTIAL Y SE
LE PERDONA SUS PECADOS:
“18. para que abras
sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que proviene de mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.”
Ningún ser humano que Dios no lo haya hecho una Nueva Criatura
Previamente, Entrará al Reino de los Cielos.
No Importa que éste haya sido un Excelente Predicador; como Dios el Gran
SEÑOR nos Enseña en Mateo capítulo 7:
“22. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu Nombre…?
23. Y
entonces les declararé: Nunca les conocí; apártense de mí, hacedores de maldad.”
No Importa que éste haya echado Demonios de otros; como Dios el Gran
SEÑOR nos Enseña en Mateo capítulo 7:
“22. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿…en tu Nombre echamos fuera demonios…?
23. Y entonces
les declararé: Nunca les conocí; apártense de mí, hacedores de maldad.”
No Importa que éste haya hecho Milagros; como Dios el Gran SEÑOR nos
Enseña en Mateo capítulo 7:
“22. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿…en tu Nombre hicimos muchos milagros?
23. Y
entonces les declararé: Nunca les conocí; apártense de mí, hacedores de maldad.”
No Importa que tu hayas sido “Cristiano o Discípulo o Reformado o
Bautista o Pentecostal o Calvinista o de Pablo o de Apolos o de Cefas“; esta es
la Sentencia que Dios el Gran SEÑOR nos da en Mateo capítulo 7:
“22. Muchos me dirán en aquel día: Señor,
Señor…
23. Y
entonces les declararé: Nunca les conocí; apártense de mí, hacedores de maldad.”
¿Por qué nuestro Glorioso SEÑOR dará esta Sentencia a
Muchos que Profesaron “Cristiano o
Discípulo o Reformado o Bautista o Pentecostal o Calvinista o de Pablo o de
Apolos o de Cefas“? Porque Dios ESPÍRITU SANTO Nunca les hizo nacer de nuevo o
le Resucitó espiritualmente; a pesar de llamarse Servidores de Dios, seguían Practicando
sus Pecados o Violaciones a sus Mandamientos; Seguían Oscuros en la Aplicación
Práctica de la Santísima Biblia a sus Vidas Diarias; Seguían bajo el dominio de
Satanás, y guiados por sus propios puntos de vistas y opiniones particulares.
¡Oh, Alma Adúltera, Abandona tu vida carente de Lealtad y Fidelidad a
SEÑOR! ¡ ¡No Continúes diciéndote de el Cristo, cuando tu vida diaria es Incoherente
con sus Exigencias!
Oye lo que te dice el Gran SEÑOR en Malaquías capítulo 1:
“6. El hijo honra al padre, y el siervo
a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor,
¿dónde está mi temor? dice el SEÑOR de los ejércitos a vosotros…que menosprecian
mi nombre...”
¡Oh, Alma Adúltera y Pecadora, Reflexiona, Medita y Reacciona a tiempo!
Pues Él te Advierte en Salmos 50 que de no hacerlo te pasará lo siguiente:
“16. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué
tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca?
17.
Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras.
21.
Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú;
Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
22. Entiendan ahora esto, los que se olvidan de Dios, No sea que les despedace, y no haya quien les libre.”
Pero a ti, que ya has visto tu triste situación delante del Gran SEÑOR, te
digo:
¡Clámale que Él haga de ti un Nuevo ser humano, hoy y ahora mismo! ¡Pídele
que te Resucite Espiritualmente, que haga Resplandecer la Luz de su Evangelio
sobre ti, que te Libere del Poder y de Dominio Cruel de Satanás, te Perdones
tus Pecados, y te de Herencia entre los Santificados o Convertidos!
¡Amén, Amén y Amén!
¡Dios Bendiga esta su Divina Palabra, y la haga Germinar en nuestros Corazones!
¡Amén!
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