lunes, 14 de marzo de 2011

“14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.” dice el Señor en Salmos cap. 91 versos 14 al 16.

En estos maravillosos textos:

En Primer Lugar, Dios nos Enseña: A QUIEN ÈL LE MUESTRA SU FAVOR Y SU MISERICORDIA: “Por cuanto en mí ha puesto su amor...por cuanto ha conocido mi nombre.”:

Dios dice que Él únicamente muestra su favor y misericordia a quien ha puesto su amor en Él; es decir, ha aquel que lo tiene a Él como lo mas importante de su vida; su tesoro mas preciado; su mayor anhelo, sin importar las circunstancias por la que se estén pasando.

El que tiene el favor de Dios en su vida diaria puede decir con el hermano Asaf, en Salmos 84 verso 2: “2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.”. Todo su ser anhela a Dios: El alma y la carne, ambos, unidos en un  solo cuerpo, Desean con Ardor, con un fuego intenso e irresistible, al Verdadero Dios, el Dios de la Santísima Biblia. 

Y si lo ponen a elegir entre habitar en mansiones de riquezas y abundancia económica, pero sin Dios, y habitar en una simple casita, llena de escasez, pero con Dios, vuelve y se une en coro con el hno. Asaf, y dice, verso 10 de Salmos 84: “10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.

Aquellos que hemos puesto nuestro amor solo en el Verdadero Dios, por medio del señor Jesucristo, podemos exclamar con el hermano Asaf, en Salmos 73 verso 25: “25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

De ahì es, que UNA EVIDENCIA FUNDAMENTAL DE UN VERDADERO DISCÌPULO DE JESUCRISTO ES que éste ama a Dios por encima de cualquier otra persona o cosa, no existe nadie ni nada que ocupe su lugar; Dios únicamente Reina y Gobierna en su vida. 

Por eso es que el SEÑOR da la siguiente sentencia en Mateo cap. 10 verso 37 y 38: “37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”; y añade en Lucas cap. 14 verso 33: “33 Así, pues, cualquiera de ustedes que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”.

Sólo el que ha conocido ha Dios el Padre, por medio de Dios el Hijo, y a través de la obra invisible, eficaz e irresistible de Dios Espíritu Santo en su alma, resucitándole de entre los muertos espirituales, solo ése, tiene la capacidad y aptitud de amar a Dios, verdaderamente; y esto, porque la ha recibido, gratuitamente, del mismo Dios; por eso dice el SEÑOR en 1ra. de Juan cap. 4 versos 10 y 19: “10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”.

En Segundo Lugar, Dios nos Enseña: LA MANERA DE UN SER HUMANO OBTENER SU FAVOR Y SU MISERICORDIA: “Me invocará, y yo le responderé...”:

Si bien es cierto que todo favor y misericordia de Dios hacia un ser humano viene de su Pura Gracia, manifestada a través del Gran y Único Mediador, el Señor Jesucristo; también es cierto, que la manera que Dios ha Establecido para obtener dicho favor es por medio de la Invocación a Él. 

Y , ¿qué es la Invocación? Es un acto mediante el cual un ser humano le pide y le suplica ayuda a Dios, de manera vehemente, es decir, con ardor, pasión y emoción.

Por esta causa es, que solo Invoca el Nombre de Dios, aquel que sus palabras de suplicas a Dios van acompañadas de todos sus sentimientos y emociones internas. Por eso, cuando el hno. Rey David oraba él le decía al SEÑOR, Salmos cap. 5 verso 1: “1 Escucha, oh SEÑOR, mis palabras; Considera mi gemir.”. Es decir, SEÑOR considera el gemido de mi alma que acompañan a mis palabras.

Toda persona que no Invoca al Dios Verdadero, el de la Santísima Biblia, de esta manera, Él rechaza su falsa invocación, y le dice que pierde su tiempo; le llama Hipócrita; Escuchemos como el SEÑOR lo dice Mateo Cáp. 15 versos 7 al 9: “7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. 9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

¿Eres tú uno de esos hipócritas, que te llena la boca de Dios, pero con tu conducta diaria, revelas que estás muy lejos de Él? 
¿Eres de los que elevan alabanzas a Dios de boca, y tu mente y corazón están concentrados en tus propios asuntos? 

Si eres de esos, no solo Dios ha prometido no responder tus oraciones, sino que te Advierte, que si no te Arrepientes de tus pecados, y de tu hipócrita actitud, Él te castigará drásticamente; Escuchemos como El lo dice en Salmos cap. 50 versos 16, 17 y 21: “16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? 17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería Yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.

En Tercer Lugar, Dios nos Enseña: EL RESULTADO QUE PRODUCE SU FAVOR Y SU MISERICORDIA SOBRE EL SER HUMANO QUE SE BENEFICIA DEL MISMO: ... yo también lo libraré;  Le pondré en alto...Con él estaré yo en la angustia;  Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. ” 

Cuando Dios, el Todopoderoso, favorece a un ser humano pecador los resultados que produce son evidentes:

De Lo Primero que es Libertado este Pecador es: De la Condenación al Infierno Eterno o Lago de Fuego y Azufre que merece, por ser un Violador y Rebelde a los Mandatos del Santísimo Dios, que provocan su Ira, y la misma Demanda, Pronto, Justo y Drástico castigo al Pecador Trasgresor; como bien lo dice el SEÑOR en Deuteronomio cap. 7 versos 9 y 10: “9 Conoce, pues, que SEÑOR tu Dios es Dios, Dios fiel, ...10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago. ”. Y en Romanos cap. 3 versos 19, 22 y 23: “19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 22 ... Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, ”. Y en Apocalipsis cap. 21 verso 8: “8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”.

De Lo Segundo que es Libertado este Pecador es: De la Esclavitud de su Naturaleza Pecaminosa, que lo imposibilitaba para Obedecer y Amar a Dios, como Él lo Demanda; y ahora, libre de la misma, aunque con un leve remanente en él, Puede Poner en practica, en su vida diaria, y en todos los aspectos de la misma, los Mandamientos, Decretos y Estatutos de Dios; como bien lo dice el SEÑOR en Romanos cap. 6 versos 6, 17, 18, 20 y 22: “6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 17 Pero gracias a Dios, que aunque eran esclavos del pecado, han obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fueron entregados; 18 y libertados del pecado, vinieron a ser siervos de la justicia. 20 Porque cuando eran esclavos del pecado, eran libres acerca de la justicia. 22 Mas ahora que han sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tengan por como fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

De Lo Tercero que es Libertado este Pecador es: De las Consecuencias Terrenales de vivir en Rebeldía y Oposición al Gran Dios de la Biblia, como son:
1.      Años de Vida Disminuidos, tanto los tuyos como los de tus hijos que sigan tu pecaminosa conducta: “18 Por tanto, pondrás estas mis palabras en tu corazón y en tu alma, y las ataras como señal en tu mano, y serán por frontales entre tus ojos. 19 Y las enseñarás a tus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; 21 para que sean tus días, y los días de tus hijos, tan numerosos sobre la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. ” dice el SEÑOR en Deuteronomio cap. 11 versos 18 al 21.
2.      Carencia de la Verdadera Paz: “21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.”dice el SEÑOR en Isaías cap. 57 verso 21
3.      Fracasos en tus Actividades económicas: “16 Guarda, pues, que tu corazón no se infatúe, y se aparte y sirvas a dioses ajenos, y te inclines a ellos; 17 y se encienda el furor de Jehová sobre ti, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcas pronto de la buena tierra que el SEÑOR te da.” dice el SEÑOR en Deuteronomio cap. 11 versos 16 y 17
4.      Lluvias de calamidades: “6 Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.” dice el SEÑOR en Salmos cap. 11 verso 6
5.      En otras tristes consecuencias

Por consiguiente, el mejor asiento que puede ocupar un ser humano pecador es el que le brinda el Grandioso, Misericordioso y Temible SEÑOR, y de una manera gratuita e inmerecida, el asiento de ser favorecido por su Pura Gracia, por medio del Señor Jesucristo, y a través del Arrepentimiento sus pecados y la Fe en Jesucristo.

¡Oh Pecador que andas en Rebeldía y Oposición a Dios, Clámale misericordia ahora mismo al SEÑOR, Arrepiéntete de tus pecados y pon tu Fe en el Gran Mediador Jesucristo, para que su Favor y su Misericordia sean contigo!

Y para aquellos que ya hemos sido objeto de su Favor y de su Misericordia, digamos a una voz, en un coro celestial: “1 No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.” Salmos cap. 115 verso 1 ¡Amén y Amén!

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