martes, 10 de agosto de 2010

“12 Porque tú, oh Señor, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.” dice el Señor en Salmos cap. 5 verso 12

Dios aquí Promete que Bendecirá al justo; y dichas bendiciones serán tan Seguras, Placenteras y Completas, que la compara con un Escudo. Y al compararla con un Escudo, nos da a entender que con dichas bendiciones nos se añadirán tristezas que las oscurezcan: “22 La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.“ dice el Señor en Proverbios cap. 10 verso 22.

La primera Etapa de esta Bendición Venida de parte del Señor ocurre:    Cuando nuestras almas, muertas espiritualmente por nuestra naturaleza pecadora, son Resucitadas, Regeneradas y Nacidas de Nuevo, por la Todopoderosa Obra de Dios Espíritu Santo, y nos capacita para Arrepentirnos de nuestros pecados, Abandonar nuestra conducta pecaminosa delante de Dios, y Vivir diariamente una vida Obediente a sus Mandatos, expresados en la Santísima Biblia: “1 Y él les dio vida a ustedes, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) “ Dice en Efesios cap. 2 versos 1, 4 y 5. Y en Romanos cap. 6 versos 17


La Segunda Etapa de esta Bendición Ocurre:   Cuando somos Declarados justos por Dios el Padre, tomando como Única base la Obra perfecta de Dios el Hijo, el Señor Jesucristo, y por tanto, ya no Aparecemos en el Libro de los Condenados al Infierno Eterno, sino en el Libro de la Vida Eterna, de los Salvados por su Gracia: “1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;  19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.   Dice el Señor en Romanos cap. 8 verso 1, y en el cap. 5 versos 1 y 19.


La Tercera Etapa de esta Bendición Ocurre:   Cuando somos Protegidos, Sostenidos, Fortalecidos y Ayudados, diariamente, por el Señor. Cuando somos protegidos de nuestros enemigos; Librados de accidentes; de malas y terribles enfermedades; de fuertes y feroces tentaciones; y cuando, sin importar la Situación difícil que estemos padeciendo, Dios no solo está con nosotros, sino que nos hace salir Airosos y Triunfantes de las mismas: “2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. “ Dice el Señor en Isaías cap. 43 verso 2; y en 1ra. a los Corintios cap. 10 verso 13.


Y la Cuarta Etapa de esta Bendición Ocurre:    Cuando seamos Glorificados en nuestros cuerpos y hechos perfectos en santidad, en pureza, en justicia y en salud; cuando No habrá Nada ni Nadie que nos cause Tristeza, Angustia y dolor; cuando nuestros cuerpos glorificados no podrán enfermarse, y estemos para siempre en la Canaán Celestial, o Reino de los Cielos, o Paraíso, o Arca de Salvación, o Jerusalén Celestial, como bien lo dice el Señor: “1 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. “y en Apocalipsis cap. 21 versos 1 al 4: “1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.


¿Existen 4 Bendiciones Mejores y Mayores que éstas? ¿Existe algo o alguien, fuera de Dios, en esta tierra que pueda Compararse a estas 4 Bendiciones? ¿Hay alguna cosa que las supere? Claro que no.


Tu, que todavía no has sido Declarado justo delante El, porque no te has Arrepentido de tus pecados, ni te has Humillado delante de Dios; porque no has Pedido Perdón por tus pecados, Ni te has Refugiado en Jesucristo, Debes tener presente, que si no Obedece a Dios, y te Humillas delante de Él, Es su Maldición, y No su Bendición que ahora está sobre ti; es su Juicio, y no su Gracia y  su Misericordia, que está en tu contra: “7 Dios trastornará a los impíos, y no serán más; Pero la casa de los justos permanecerá firme.21 Ninguna adversidad acontecerá al justo; Mas los impíos serán colmados de males. 9 La luz de los justos se alegrará; Mas se apagará la lámpara de los impíos.21 El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien.“ dice el Señor en Proverbios cap. 12  versos 7 y 21, y cap. 13 versos 9 y 21


¡Huye de la Ira y Juicio Final de Dios sobre ti, ahora mismo, a los pies del Glorioso Salvador Jesucristo, por medio de la fe y de tu Oración a Él! ¡Ven y Únete a aquellos que Dios el Padre, ha Declarado justo por los Atributos de Jesucristo, y ahora Gozamos de su Bendición, aquí en esta tierra, y la seguiremos Gozando al terminar nuestros días! ¡Ven para que seas de aquellos que decimos en Alta voz: “6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.” Salmos 23 verso 6!  ¡Amén y Amén!

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