sábado, 16 de octubre de 2010

“40 Vino a Él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que Él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a Él de todas partes.” Dice el Señor en Marcos cap. 1 versos 40 al 42 y 45.

En este hecho histórico y maravilloso, Dios, el Alto y Sublime, El que hace todo lo que quiere, en cielo, en la tierra y en todos los abismos; Aquel, que no hay quien le detenga la mano, y le diga qué haces, nos Enseña lo siguiente:

Primero: Que Él sólo tiene misericordia de aquel ser humano pecador que está consciente de su Penoso y Condenable estado en el que se Encuentra: “Vino a Él un leproso…”.

Esta persona debió primero de estar consciente de que era Leproso; de que era una persona en una Condición Deprimente y Penosa; una persona cuyo cuerpo cada día se iba destruyendo, por causa de su terrible condición de Leproso.

Y fue, el estar convencido de esto, que lo llevó a Implorar la misericordia de Dios, de que Su poder, fuera usado a su favor.

Y es esa misma Convicción o Convencimiento que Debes tener tú, si quieres que Dios tenga Misericordia de ti:
ü Debes estar Convencido que eres Leproso, pero en tu alma; que tu alma está llena de llagas o cortaduras podridas, por causa de tus pecados o Transgresiones a las Leyes de Dios.” 15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.” Dice el señor en Tito cap. 1 verso 15.
Debes estar Convencido que te encuentras en una Condenable situación, por tu estado de Pecador No Transformado por Dios Espíritu Santo; y que por tanto, la Ira y el Juicio de Dios Pesan sobre ti: “11 Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.” dice el Señor en Salmos 7 verso 11.
ü Debes estar Convencido que No eres bueno delante de las Exigencias de Dios en Su Ley; y que por tanto, apareces como un Transgresor y Rebelde ante Su presencia: “10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.” dice el Señor en Santiago cap. 2 verso 10 y 11
ü Debes estar Convencido que Necesita Solucionar esta situación en la cual te encuentras.

Pero, Dios también nos Enseña en Segundo Lugar: Que Sólo a Él Debemos Acudir para ser Librado del Penoso y Condenable estado en que por naturaleza, nos encontramos: “Vino a Él… Y Jesús…”.

Cuando Dios nos trae el Convencimiento de nuestro triste estado delante de Él, No debemos acudir a medios humanos para poder solucionar esta situación; No. No debemos acudir a un llamado sacerdote, ni a un pastor, ni cuadro de un del corazón de un supuesto Jesús, Ni a un crucifijo, Ni mucho menos a la imagen Visual Inventada de Jesucristo que vender por doquier, y que te la envían a un por correo en la internet; No.

Debemos acudir al Verdadero Jesús; Aquel, que se revela en la Santísima Biblia como un ser “ Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” dice el Señor en Isaías 9 verso 6. Aquel que es Todopoderoso para salvar de la Condenación en el Infierno, y en esta vida, de la esclavitud del pecado, a todo ser humano, que por medio de la Fe Salvadora y el Arrepentimiento de sus pecados, se Ampara en Él: “14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” dice el Señor en Hebreos cap. 4 versos 14 y 16.

Debes acudir al Señor Jesucristo, el cual como Dios el Hijo, es el Único que puede mediar ante Dios el Padre, y Evitar así, ser condenados Eternamente en el Infierno o Lago de Fuego y Azufre: “5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” dice el Señor en 1ra. a Timoteo cap. 2 verso 5, y en Hebreos cap. 5 verso 9.

Debes al igual que el hermano rey David en Samos 32  verso 5 Confesarle tus pecados al mismo Dios, y No a mas nadie: “5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Acuérdate, que si este Leproso no acude al que tenía en poder para sanarle, no solo no hubiese sido sanado, sino también, que hubiese muerto leproso. Así mismo pasa contigo, si no Acudes cuanto antes al Señor Jesucristo, y sólo a Él, no sólo seguirás Leproso en tu alma, lleno de pecados; sino también, que terminarás condenado eternamente y para siempre, sin esperanza alguna. El Único Vicario, Intercesor o Mediador: Nuestro Bendito, Maravilloso, Eterno y Glorioso: Señor Jesucristo: “11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” dice el Señor en Hechos cap. 4 versos 11 y 12.

Pero, Dios también nos Enseña en Tercer Lugar: Que la Actitud correcta para alcanzar Su misericordia es ir con Ruegos y Suplicas delante de Él:Vino a Él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla…”.

Luego que se es consciente del Penoso y Condenable estado en que uno se encuentra delante de Dios, y que se sabe que Sólo a Dios hay que acudir, el paso siguiente es: Venir con una Actitud de Ruego y Suplica, es decir, una actitud de humildad y humillación. Si se ha de alcanzar el favor del Altísimo, hay que acudir a Él, con ruegos, suplicas e hincada la rodilla.

Hay que despojarse de todo Orgullo, Soberbia y Pretensión. Hay que Venir a Pedir que por favor, que si Él quiere, Incline su Brazo de Misericordia y nos libre de ese Penoso estado en que nos encontramos; hay que tomar en sus labios palabras iguales o similares a la que dijo el hermano, el rey David: “1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ” en Salmos 51 verso 1.

Por eso dice el Señor en Isaías cap. 66 versos 1 y 2: “1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.”.

En Cuarto Lugar, Dios nos Enseña: Que de Él es quien depende Tener misericordia o no de un ser humano pecador:Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.

Luego de  Sentirnos Leprosos por nuestros pecados delante de Dios; Luego de Saber que Sólo Jesucristo nos Puede librar y perdonar; Luego de Acudir a Él con Ruegos y Suplicas; Debo estar Consciente que de Dios es quien Depende mostrar su Brazo de misericordia para conmigo; que de Él depende extender su Mano Todopoderosa, Justa, Tierna y Cariñosa, y mostrar en mi su misericordia salvadora, y Pronunciar las Mejores palabras que se puedan pronunciar sobre la Tierra, a un ser perdido y pecador, como lo somos todos por naturaleza: “Quiero, sé limpio.

Es en ese Querer de Dios que Debe estar la esperanza mía como pecador; ese debe ser mi apoyo. Es procurando sacar de Dios ese “Quiero, sé limpio” que Debe estar concentrado todo mi esfuerzo.

Y Él, es tan misericordioso, compasivo y bondadoso, que me ha revelado y mostrado cómo sacar de Él ese “Quiero, sé limpio”. ¿Cómo? Estando consciente de mi Penoso y Condenable estado delante de Él; Acudiendo al Señor Jesucristo, como Único Mediador; y Llevando una Actitud de Ruegos y suplicas; he aquí las claves para sacar ese Querer de Dios, o mejor dicho, para sacar de Dios, ese Querer Tener de mí, Misericordia.

En Quinto Lugar, Dios nos Enseña: Que Cuando El Transforma a un ser humano Pecador, lo hace de forma Instantánea e Inmediata:Y así que Él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

En el mismo momento que un pecador Clama Misericordia a Dios, como Resultado de la Resurrección espiritual operada en su alma por Dios Espíritu Santo, Convencido de que ha Ofendido a un Dios Justísimo, Purísimo y Santísimo, Dios Inmediatamente  lo Transforma y hace del mismo un nuevo ser humano: “17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” dice el Señor en 2da. a los Corintios cap. 5 verso 17.

Dios, al Transformar a un ser humano pecador hace dos cosas con él:
La primera Cosa: Le Declara sin Pecados y Justo delante de su Tribunal, basado en la Obediencia Perfecta del Señor Jesucristo a todas las Exigencias de la ley de Dios, y su Valiosa Muerte en la Cruz: “1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” dice el Señor en Romanos cap. 5 versos 1, 2, 10, 11 y 19; y cap. 8 verso 1.

La Segunda Cosa: Hace Morar a Dios Espíritu Santo dentro de éste, de modo, que el poder esclavizante que tenía su naturaleza pecaminosa sobre él es eliminado, y ahora, tiene la capacidad de Obedecer a Dios, y Hacer su voluntad, no de una manera perfecta, pero cada día que pasa se va acercando mas y mas, a dicha perfección: “17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” dice el Señor en Romanos cap. 6 versos 17, 18 y 22; y Romanos cap. 8 verso 9, 11, 13 al 15.

En Sexto Lugar, Dios nos Enseña: Que Todo ser humano Transformado por Dios le Predica a otros cómo Dios le Transformó:Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho…”.

Cuando un ser humano ha sido recipiente de la misericordia de Dios éste No Puede Contenerse de Anunciarles a otros, el Gran Milagro que Dios ha hecho en su vida; tiene que publicarlo. El quiere que todos se enteren de lo Misericordioso que ha sido Dios con Él; de cómo le libró de la Esclavitud de sus pecados, y de la Condenación en el Infierno Eterno o Lago de fuego y Azufre.

El, al igual que el leproso de nuestra historia, comienza “a publicarlo mucho y a divulgar el hecho”. No hay vecino que no se entere lo que Dios hizo con él; no hay compañero de trabajo al que él no se lo diga; él quiere divulgarlo donde quiera que se encuentre.

Así como si una persona mendiga y muy pobre, recibe, gratuitamente, una herencia millonaria, no hay persona que éste conozca que no se lo comunique. De la misma manera, Cuando una persona ha sido Transformada por Dios Espíritu Santo, y Éste ha venido a morar dentro de ella, la misma se lo comunica a todos por doquier, con alegría, orgullo y agradecimiento; pero a la vez, con la sagrada intención de que Dios haga lo mismo con la otra persona a si como hizo con ella.

Tú, que dices ser Cristiano, Cristiana o Discípulo de Jesucristo:

¿Saben tus familiares, Vecinos, Compañeros de trabajo o de estudios, y las personas con las que te interrelacionas lo que Dios ha hecho contigo? ¿Le Predicas el Evangelio de Jesucristo para que Dios haga en ellos lo que hizo contigo? O ¿Es que acaso eres un Simulador e Hipócrita? ¿Sólo te dices de Jesucristo cuando estás en el local de la iglesia? ¿No te Reprende y Acusa tu conciencia? Como únicamente sirves de obstáculo para el Evangelio de Jesucristo, Oye bien lo que te dice el Gran Señor: “16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? 17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. 19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. 20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.” Salmos cap. 50 versos 16 al 21.

Pero para ti que te ves y te sientes Leproso por tus pecados:

¡Ven, Acude al Divino Señor Jesucristo! ¡Ven, Convencido de que estás leproso en tu alma por tus pecados! ¡Ven, Convencido que Sólo Jesucristo te Puede librar de tu Penosa y Condenable situación! ¡Ven, con palabras de Ruegos y Suplicas, y Clámale que te perdones por todos tus pecados! ¡Ven, y Pídele al Señor de toda misericordia, que si Él quiere, tenga de ti misericordia! ¡Ven, ven a Jesucristo, por medio de la fe, en oración! ¡Ven, que lo más seguro que hará contigo como hizo al leproso de nuestra historia, te dirá: “Quiero, sé limpio.

Que este día sea el Gran día en que Dios limpie tu alma de todo pecado, te liberte de la esclavitud de tu naturaleza pecaminosa, te haga obedecerle, y te libre de la Terrible condenación en el Infierno Eterno o Lago de fuego y azufre.

Y a ti, que al igual que a mí, el Señor Jesucristo ha limpia nuestras almas de la Lepra de nuestros pecados:

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.” dice el Señor en Hebreos cap. 12 verso 28 y  29.

¡Dios bendiga ésta, su Bendita, Maravillosa y Gloriosa Palabra en cada uno de nuestros corazones! ¡Amén!

sábado, 9 de octubre de 2010

“29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación.” Dice el Señor en Lucas cap. 2 versos 29 y 30.

¿Podemos nosotros, Hoy, en este Preciso Instante, decirle al Señor, estas mismas palabras que dijo Simeón? ¿Podemos decirle al Señor que nos despida en Paz? ¿Podemos decirle que nos lleve de este mundo, y nos lleve en paz, a su Presencia?

Estas palabras hacen que nos despojemos de toda hipocresía y simulación, y nos Examinemos, real y efectivamente, si somos o No, Discípulos del Señor. Estas declaraciones nos ponen entre la espada y la pared.

Dios, en su Plan Infinito ha Predeterminado, el día y la hora en que cada ser humano va a morir; y no hay forma de extender dicho día; Como bien lo confirma el Señor en Hechos cap. 17 verso 26: “26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;”. Sin embargo, ¿Podemos decir nosotros ahora mismo: “Señor, despides a tu siervo en paz“?

Ahora bien, ¿En qué se basaba Simeón para decir estas palabras? ¿Cuál era su Fundamento?

En Primer Lugar él se basaba: En el Gran Hecho de que él pudo experimental personalmente la Salvación Provista por Dios:

Simeón, había resucitado espiritualmente; había sido hecho nueva criatura por Dios Espíritu Santo, y por tanto, había sido hecho Apto para ver al Salvador, no sólo con los ojos físicos como lo vió, sino todavía más especial, con los ojos de la fe: “9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” 1ra. a los Corintios cap. 2 versos 9 y 10.

Simeón quedó, tan Emocionado y Satisfecho al ver físicamente al Salvador de su Alma, que le pidió al Señor que lo despidiera de este mundo, bajo la convicción de que ciertamente sería recibido en el Reino de los Cielos; y con la certeza de que Dios había Provisto a Alguien que Padeciera en Lugar Suyo, lo que él merecía padecer en el Lago de fuego y Azufre.

Porque han visto mis ojos tu salvación”: Es decir:
ü He visto, con los ojos de la fe, a Aquel que vino a Salvar a su Pueblo de sus Pecados: “21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo cap. 1 verso 21.
ü He visto, con los ojos de la fe,  a Aquel que vino a poner voluntariamente su Vida por sus Ovejas: “11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” Juan cap. 10 versos 11 y 15.
ü He visto, con los ojos de la fe,  a Aquel que fue Predestinado para Salvar, de una manera Efectiva y Eficazmente a Cada uno de los Integrantes de su Pueblo Elegido: “39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.”Juan cap. 6 versos 39, 44 y 65.

¿Y tú, has visto la salvación de Dios en tu Vida? ¿Has contemplado al Señor Jesucristo como el Único Mediador entre tú, débil y frágil pecador, y el Todopoderoso Dios? ¿Has experimentado en tu propia vida la salvación de Dios? ¿Te has Arrepentido de Todos tus pecados, y los  ha Abandonados? ¿Es Evidente a todos los que te conocen que tú has experimentado la salvación de Dios?

Si todo eso es así, entonces, tu puedes decir, libremente y con confianza: “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz.

Pero también, En segundo Lugar, él se basaba: En la Evidencia que Reflejaba, tanto a lo demás como a él mismo, de ser un Obediente a los Mandatos de Dios, expresados en su Santísima Palabra:

En otras palabras: Simeón no sólo decía con su boca que él había experimentado la salvación que viene de parte del Señor, sino también, que él lo Evidenciaba en su diario vivir; Escuchemos el verso 25 del cap. 2 de Lucas: “25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.”.

El era conocido entre sus familiares, vecinos y relacionados, como un “hombre justo y piadoso”. Uno que se caracterizaba por su conducta Santa, Justa y Apartada del pecado.

El era conocido por ser uno que se purificaba así mismo, como el Señor es puro; como Debe ser el comportamiento de todo aquel que espera ser como nuestro Señor Jesucristo en su venida: “2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.” 1ra. Juan cap. 3 versos 2 y 3.

¿Es Evidente a Todo el que te conoce que tu eres un Discípulo de Jesucristo? ¿Es tu vida diaria Coherente con lo que Dios demanda de ti en su Santísima Palabra? ¿Eres conocido por ser una persona Temerosa de Dios, Apartada del pecado y Obediente a lo que Dios dice en su Santísima Palabra?

Acuérdate, que los verdaderos miembros de la familia del Gran Dios Eterno, son aquellos que Escuchan Su Palabra, y la Obedecen en su diario vivir: “20 Y se le avisó, diciendo: Tu mamá y tus hermanos están fuera y quieren verte. 21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi mamá y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.” dice el Señor Lucas cap. 8 versos 20 y 21.

Acuérdate que todo verdadero hijo o hija de Dios, vive una vida santa en todas las áreas de su vida: “14 como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes tenían estando en su ignorancia; 15 sino, como aquel que les llamó es santo, sean también ustedes santos en toda su manera de vivir; 16 porque escrito está: Sean santos, porque yo soy santo.” 1ra. de Pedro cap. 1 versos 14 al 16.

Por tanto, ¿Es tu diario vivir coherente con lo que tu dice ser? ¿Se ve claramente la diferencia entre tu, un hijo de la luz de Cristo, y otro, que es hijo de las tinieblas?

Si todo eso es así, ¡Unámonos en un coro con Simeón, y digamos con seguridad y confianza: “29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación.

Que estas palabras puedan estar, en la mente, en el corazón y en la boca de todo verdadero Discípulo de Jesucristo, a la hora de su muerte física ¡Amén, y Amén!

jueves, 30 de septiembre de 2010

“13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Dice el Señor en Proverbios Cáp. 28 verso 13.

Dios aquí nos Revela la Clave de Éxito humano, y la Clave de la Desgracia humana. En otras palabras, nos enseña la raíz de toda bendición, y la raíz de toda maldición: “El que encubre sus pecados no prosperará…”. Y es en ese Esconder o Encubrir el pecado que ha estado basada la desgracia humana.

A todos por naturaleza nos gusta escuchar todo lo bueno, todo lo que trate de bendición, dicha y prosperidad; pero huimos cuando se nos quiere hablar de maldición, desgracia y pobreza. Dios aquí nos da el balance correcto: Bendición y Dicha para lo que Actúan como Él Manda; y Maldición y Desgracia para los que No le Obedecen.

En Primer Lugar Dios nos Enseña que la Raíz de toda Maldición y Desgracia humana es: Encubrir el Pecado:    "“El que encubre sus pecados no prosperará…"

Desde que el ser humano, en sus inicios, se apartó de Dios en el huerto de Edén, Desobedeciendo su Mandamiento, la primera actitud que éste tomó fue tratar de Ocultar o Encubrir su Pecado, por eso dice en Génesis cap. 3 verso 8: “8 Y oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto.

Y es en ese Esconder o Encubrir el pecado que ha estado basada la desgracia humana: Todo lo que Dios le ha traído como juicio a la raza humana a emanado de ahí; Escuchemos a Dios en su Santísima Palabra; ésta la razón por la que Dios, el Todopoderoso, envío un Diluvio de aguas que destruyó casi toda la raza humana, conjuntamente con los animales: “5 Y vio el Señor que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió el Señor de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo el Señor: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.” dice el Señor en Génesis Cáp. 5 versos 5 al 7 y 17. Esta gran desgracia, la mayor que le ha sobrevenido a la humanidad desde su creación, Dios la envío por estos Encubrir sus pecados. Toda decisión que emanaba de ellos era para Transgredir los Mandatos de Dios, y en ese contexto, Pecar contra Dios.

Pero lo mismo ocurrió cuando los ciudadanos de las ciudades de Sodoma y Gomorra decidieron cada uno andar por sus perversos y pecaminosos caminos, por ende, Encubrir y Ocultar sus pecados, Dios también les aplicó un juicio terrible, pues Él ha dicho que el ser humano que Encubre sus pecados, no prosperará, es decir, no le irá bien, aunque sus aparentes éxitos externos les engañen; Escuchemos lo que le hizo Dios ha estas ciudades: ”20 Entonces el Señor le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo. 24 Entonces el Señor  hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de el Señor  desde los cielos; 25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.” Génesis Cap. 18 verso 20 y Cáp. 19 versos 24 y 25.

Todo aquel que persiste Tercamente, en pecar contra Dios, en hacer lo malo y desagradable ante su presencia, Dios le envía juicios terribles a su vida: “6 Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.Salmos 11 verso 6.

Y si estos juicios no lo hacen reflexionar e ir humillado delante de Dios a pedir Misericordia y Perdón por todos sus pecados,  entonces, Dios agrava su juicio: “3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.” Salmos 90 verso 3; y si todavía no se Arrepiente de sus pecados, pues termina quitándole la vida, y expulsando su alma a Infierno Eterno o Lago de Fuego y Azufre. “11 Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días. 12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado. 13 Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado saetas ardientes.” Salmos 7 versos 11 al 13.

Por tanto, la mejor actitud que Debe tomar un ser humano, ante la triste y terrible realidad de que es Pecador delante de Dios, es decir, un Transgresor y Violador de sus Mandatos; La mejor actitud es: No Encubrir sus Pecados; No tratar de Ocultarlos, sino mas bien, Arrepentirse y Avergonzarse de ellos.

Pero, En Segundo Lugar Dios nos Enseña también, la Raíz de toda BendiciónArrepentirse de Todos los Pecados:    “Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Aquellos seres humanos que luego de conocer su Terrible situación delante del Santísimo, Purísimo y Justísimo Dios, le Obedecen: Arrepintiéndose de Todos sus Pecados, y Refugiándose en Jesucristo como su única esperanza de Alcanzar la Misericordia de Dios, entonces, y solo entonces, de manera sorprendente y espectacular, La Alcanzan.

Cuando, por su condición de Pecadores o Transgresores de los Mandatos de Dios, Todo Indicaba que Iban a ser seguros objetivos de la Ira y del Juicio del Todopoderoso, del que hace temblar los cielos con sus truenos los cielos y la tierra con sus terremotos, de manera Contundente, esa Ira y ese Juicio se aparta de ellos.” 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” Dice el Señor en Romanos Cap. 5 versos 1, 2 y 10.

¡Gloria sean dadas por siempre a Ti, oh Misericordioso Dios! “34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. “dice  el Señor en Romanos Cap. 11 versos 34 al 36.

Dios, el Justísimo, Purísimo y Misericordioso, Establece que el Arrepentimiento que Él Manda, Acepta, y que tiene como válido, es uno que Incluya estos dos aspectos:

El Primer Aspecto es: Confesión de Pecados: “…Mas el que los confiesa…”.

Todo verdadero Arrepentimiento debe Incluir una Confesión a Dios de los Pecados o Transgresiones a sus Mandatos cometidos por el que está clamando a Dios Misericordia. Debe sentir tristeza por haber Ofendido a un Dios tan Bueno, tan Santo, tan Justo y tan Puro: “10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.” dice el Señor en 2da. a los Corintios Cap. 7 verso 10.

Al mismo tiempo, la persona que Confiesa sus Pecados a Dios, Debe sentir vergüenza por haber Ofendido a su Buen Creador, Sustentador y Juez: “19 Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.” dice en Señor en Jeremías Cap. 31 verso 18.

Y sentir estas cosas está tan ligadas en un nudo inseparable al Verdadero Arrepentimiento, que cuando nuestro Bendito y Glorioso Señor Jesucristo, nos cuenta la parábola de un fariseo o religioso, y de un publicano o cobrador de impuestos, nos dice, hablándonos acerca de este último: “13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” dice el Señor en Lucas Cap. 18 versos 13 y 14. Su sentimiento de Vergüenza, de Tristeza y de Culpa eran tan Reales, que él, de manera espontánea, “no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho”; en otras palabras, sus expresiones externas eran Evidencias, de que lo estaba pasando en su Interior, en ese momento, en el que éste confesaba sus pecados.
¿Ha sido ésta tu experiencia en tu Confesión de Pecados? ¿Te has Arrepentidos de tus pecados de esta forma? ¿Has sentido Vergüenza, Tristeza y Culpa por tu Vida de Pecados delante los ojos Purísimo de un Dios Santísimo?

El Señor dice: “5 Examínense a ustedes mismos si están en la fe; pruébense a ustedes mismos. ¿O no se conocen a ustedes mismos, que Jesucristo está en ustedes, a menos que estén reprobados?” 2da. a los Corintios Cap. 13 verso 5. Es decir, si alguien profesa ser Discípulo o Discípula de Jesucristo, y No ha pasado esto en ella, está Reprobada, dice el Señor; No irá al Reino de los cielos que dicen sus labios, pues sus pecados la hunden en el Infierno Eterno.

Este Arrepentimiento que Asegura Alcanzar la Misericordia de Dios, tiene un Segundo Aspecto, el cual es: Abandono de la Practica de esos Pecados Confesados: “…y se aparta…”.

 No sólo Dios Requiere y Exige que el ser humano pecador, Confiese sus pecados, sino que también, acompañada a esta confesión, se Aparte y Abandone los caminos pecaminosos y ofensivos a Dios, por donde éste anda. “7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” dice en el Señor en Isaías Cap. 55 verso 7.

En otras palabras, ya su manera de Pensar No Debe dirigir la vida de esta persona, sino mas bien, la manera de Pensar de Dios, a través de su Santísima Palabra; ya éste No Debe Comportarse como mejor le parezca o convenga, sino, como Dios se lo Manda en su Palabra: “1 Si, pues, han resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, anden en Él.” dice el Señor en Colosenses Cap. 3 verso 1 al 3, y Cap. 2 verso 6.

Aquel, que dice que es Cristiano o Cristiana, Discípulo o Discípula de Jesucristo, y No ha Confesados sus Pecados con Vergüenza, Tristeza y Culpa delante de Dios únicamente, y no a ningún otro ser humano; y al mismo tiempo, No se Apartado y Abandonado su Comportamiento Pecaminoso, dice el Señor, que es un Mentiroso o una Mentirosa y que Carece de toda Verdad: “4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” dice el 1ra. de Juan Cap. 2 verso 4 al 6.

Pero también el Señor le dice que es un Lobo o Loba, vestido de Oveja, Simulando por fuera, lo que No es por dentro: “15 Guárdense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” dice el Señor en Mateo cap. 7 verso 15 y 16.

Pero todavía nos dice mas de este tipo de personas, Simuladoras e Hipócritas, Piedras de Tropiezo en Camino hacia el Cielo: “1 Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! 2 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.” dice el Señor en Lucas cap. 17 versos 1 y 2.

Y el Señor termina Sentenciándoles a este tipo de Personas, que dicen con su boca ser de Jesucristo, pero con su Conducta manifiestan todo lo contrario: “16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? 17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. ” Dice el Señor en Salmos 50 versos 16, 17 y 21.

Por tanto, la mejor Actitud que tu puedes tener, como ya lo hice yo, es: ¡Confesarle Todos tus pecados a Dios, y Abandonar la práctica de ellos, y Él tendrá misericordia de ti! No importa dónde te encuentres, o que situación estés pasando ¡Ven Humíllate ante el Verdadero Dios, el Dios de la Santísima Biblia, y de Seguro, que Alcanzará Su Misericordia! ¡Que esté día No se vaya sin que te hayas presentado ante Él, para Confesar tus Pecados y Apártate de la Práctica de los mismos! ¡Amén!